La manufactura de vehículos eléctricos pondrá presión sobre las cadenas de suministro del país pese a tener un proceso bastante maduro, indicaron especialistas de KPMG México.
Víctor Galván, gerente sr. de Asesoría en Cadena de Suministro y Operaciones de la firma, dijo que México es el cuarto principal productor de componentes a nivel mundial, sin embargo, “todavía tenemos temas a nivel global de suministro de productos que tenemos que mejorar”.
“Ahora con temas de nearshoring hemos visto que tenemos muchas áreas de oportunidad en cuanto a cadena de suministro, todavía con temas de suministro y estas necesidades han creado una demanda más allá de lo que tenemos en la planta instalada, y hay retos importantes”, dijo.
Por ello, afirmó que actualmente el país no está listo para producir autos eléctricos, aunque sí puede apoyar con componentes, “pero para producir hay trabajo que hacer por delante y una gran área de oportunidad”.
Mario Hernández, socio líder del segmento IMMEX KPMG México, expuso que en último año se ha visto un gran interés de llevar a cabo la manufactura de automóviles eléctricos en el país, lo que va a poner presión a las cadenas de suministro actuales.
“Se habló del proyecto de Tesla y varias empresas que están interesadas en manufacturar en México para penetrar al mercado de Norteamérica. Esto va a dispararse de manera importante en los próximos años y esperemos que el costo de los productos tienda a ir hacia la baja”, dijo.
En conferencia virtual para presentar los resultados de la Encuesta Global a Ejecutivos Automotrices de KPMG, mencionaron que el costo sigue siendo un factor muy importante para la compra de estos vehículos, aunque se espera que para 2030, contra uno híbrido o de combustión interna, sea similar. Pero también la falta de infraestructura sigue siendo un elemento determinante para la adquisición de las unidades.
Víctor Galván agregó que adicionalmente a la infraestructura y el costo también existe el tema de los subsidios, “el precio, los impuestos, eso impacta a la toma decisión del comprador”. De igual manera, señaló la importancia de suministrar la energía eléctrica para estas unidades.
Algunos de los resultados destacados de la 24ª edición de la encuesta realizada a más de mil
ejecutivos de alto nivel en 30 países reveló un descenso en el optimismo, a medida que el sector
sortea las inquietudes sobre la economía global y el aumento de los costos: solo 34% señala estar
extremadamente confiado.
Por el contrario, en China aumentó su confianza extrema, pasando de 28% a 36%, mientras que entre
los proveedores se presentó una reducción de confianza de 55% a 23 por ciento.
Las expectativas de las y los ejecutivos sobre el cambio hacia sistemas de propulsión eléctricos siguen
madurando; el rango de estimaciones se ha reducido, lo que representa una señal de mayor realismo.
Asimismo, las estimaciones medias de introducción aumentaron.
Por ejemplo, el año pasado las personas encuestadas en Europa occidental estimaban que los
vehículos eléctricos de batería (VE) representarían 24% de las ventas en 2030, mientras que en 2024 la
estimación pasó a 30 por ciento. En Estados Unidos, dicha previsión pasó de 29% a 33%, y en China de
24% a 36 por ciento.
Fuente: https://www.t21.com.mx
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