El sector automotriz está transitando a un modelo de fábricas inteligentes para mejorar sus operaciones y estar lista ante los desafíos del futuro, siendo México un campo de pruebas importante para el sector.
Sabemos que el mercado está aprovechando las tecnologías para obtener mejoras significativas en productividad, calidad, servicio, etcétera. En la industria automotriz ya vienen haciendo intentos de convertir y transformar sus compañías de manufactura en fábricas mucho más inteligentes”, detalló el vicepresidente de Capgemini América Latina del Norte, Ramón Álvarez.
El estudio ¿Cómo las organizaciones automotrices pueden maximizar el potencial de la fábrica inteligente?, realizado por la consultora, encontró que cerca del 70% de los fabricantes del sector tenían iniciativas de fábricas inteligentes en curso al cierre de 2019, un aumento importante frente al 43 por ciento registrado en 2017.
Destaca que México ha sido un jugador importante en ese proceso porque, de acuerdo con Álvarez al platicar con Excélsior, desde hace cerca de 2 años sólo 30% del sector estaba haciendo pruebas de la industria inteligente y de éste la mitad eligió a México para realizarlas por su volumen alto de producción y eficiencia.
¿Qué es una fábrica inteligente?
De acuerdo con el estudio, hay tres tecnologías clave que permiten la implementación de una fábrica inteligente. La primera es la conectividad, por ejemplo, usar el internet de las cosas industrial para conectar dispositivos entre sí, como equipos existentes y nuevos sensores, para recopilar datos.
Cerca del 70% de las automotrices que comenzaron su camino hacia una fábrica inteligente adoptaron primero el internet de las cosas para diferentes fases de producción y para conectarse con proveedores.
A esto sigue la automatización inteligente como robótica avanzada, visión artificial, control distribuido y drones, mientras que la tercera tecnología está relacionada con el análisis y gestión de datos, es decir, análisis predictivo con inteligencia artificial o gemelos digitales.
Con una fábrica inteligente, las automotrices no sólo tendrán mejores operaciones, también pueden hacer frente más fácil a otros desafíos. Álvarez detalló que cuando se detecta un error de fábrica en un auto y se hace un recall no hay necesidad de llamar a los dueños de todo el lote, en realidad se puede saber exactamente qué autos están mal.
También permite que la producción esté preparada para demanda de los próximos años, ya que en muchos países se prevé que, a partir de 2030, se tengan únicamente autos eléctricos o híbridos.
El caso Audi
Un ejemplo es que Audi abrió una fábrica inteligente de 400 acres y una inversión de mil 300 millones
de dólares en México para producir el Audi Q5 de próxima generación para el mercado mundial.
Dicha planta, construida a través de varios años, tiene una capacidad de producción anual de 150 mil
de esos SUV premium y fabricará automóviles para los consumidores “hechos a la medida de sus
gustos individuales”, por lo que se considera como una de las fábricas más modernas de la región
norteamericana.
Esto último porque entre las tecnologías que utiliza destacan montaje virtual, vehículo terrestre
autónomo, transportador de suelo sin conductor, portal de mantenimiento remoto, centro de impresión
3D de metal, robots colaborativos y drones.
Expresó que la adopción de modelos de fábrica inteligente en el sector pudo aumentar debido a la
pandemia de covid-19.
Fuente: https://www.dineroenimagen.com
Imagen: https://www.mexicoindustry.com
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