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Arrendar o comprar: ¿cuál es la alternativa para comprar un auto eléctrico?

Alrededor del mundo, surgen nuevos esquemas que permiten facilitar la adquisición de este tipo de modelo. Desde el arrendar un auto eléctrico hasta solo el de la batería. ¿Qué opciones hay en México?

El costo promedio de un vehículo eléctrico en México se sitúa en 700,000 pesos, lo cual representa más de 200,000 pesos adicionales en comparación con el precio promedio de un automóvil de gasolina. Esto plantea un desafío para los consumidores que desean adquirir este tipo de vehículos, especialmente en un contexto de alta inflación que afecta directamente su poder adquisitivo.

Hasta el cierre del año pasado, solo 0.5% de todas las ventas de vehículos en México correspondían a automóviles eléctricos. Ante esta situación, algunos expertos consideran que el arrendamiento puede ser una buena opción para la adquisición gradual de este tipo de vehículos en el país.

“Existe mucha incertidumbre por parte de las personas al adquirir un vehículo de alto costo con una carga tecnológica elevada y una serie de componentes aún desconocidos, como por ejemplo, la duración de las baterías. Es ahí donde el arrendamiento encaja muy bien”, dice Gerardo San Román, director de Jato Dynamics para América Latina.

Beneficios fiscales para arrendar autos eléctricos

A pesar de los beneficios ambientales y energéticos que ofrecen los vehículos eléctricos, la ausencia de incentivos fiscales, como exenciones fiscales, descuentos en impuestos o subsidios directos, dificulta que los consumidores opten por este tipo de vehículos.

Arrendar o comprar: ¿cuál es la alternativa para comprar un auto eléctrico?
Arrendar o comprar: ¿cuál es la alternativa para comprar un auto eléctrico?

Algunos países, como Estados Unidos, han implementado incentivos fiscales para fomentar la adquisición de vehículos eléctricos, ofreciendo créditos de hasta 7,500 dólares. Estos incentivos tienen como objetivo tanto impulsar la compra de este tipo de vehículos como estimular la producción de unidades eléctricas.

En México, la falta de incentivos para la compra de vehículos eléctricos representa un obstáculo en la adopción masiva de esta tecnología.

Eric Ramírez, director de la consultora Urban Science para América Latina, resalta que a medida que los precios de los vehículos eléctricos en el mercado disminuyen, los bancos y las financieras de las marcas deben buscar alternativas más flexibles en lugar de limitarse a los enfoques tradicionales, como la financiación a través de una entidad financiera de marca o un banco.

“Es necesario pensar en cómo hacer que los productos eléctricos sean más accesibles para los clientes. Si intentamos depender de un único canal de comercialización, el proceso será lento. Debemos ampliar las opciones disponibles… Debemos explorar estos tipos de esquemas para que sean más innovadores y acelerar así la adopción en el nuevo mercado”.

¿Arrendar en lugar de comprar?

Arrendar un auto eléctrico en lugar de comprarlo presenta varios beneficios significativos. En primer lugar, el arrendamiento ofrece flexibilidad financiera, ya que el pago mensual del arrendamiento suele ser más bajo que los pagos de un préstamo o financiamiento para la compra de un vehículo. Esto permite a los consumidores acceder a vehículos eléctricos de última generación sin incurrir en un costo inicial elevado.

Además, el arrendamiento de un vehículo eléctrico evita el riesgo de devaluación del valor del automóvil. Dado que la tecnología de los vehículos eléctricos está en constante evolución y mejora, los modelos más nuevos suelen ofrecer avances tecnológicos y mejoras en la autonomía de la batería. Este esquema permite actualizar a modelos más nuevos al finalizar el contrato.

“En mercados con bajos ingresos como el nuestro, sin políticas públicas que fomenten el consumo de vehículos eléctricos, como en México, nos encontramos a merced de las expectativas de un mercado con menores costos de fabricación, mayor competencia y que permita por sí mismo una adopción masiva”, argumenta en una entrevista con Expansión.

Rosales señala que en países como China se han implementado políticas más flexibles para acelerar esta nueva realidad. Ejemplifica que en ese país algunas empresas han optado por el arrendamiento de las baterías, las cuales representan el 50% del valor del vehículo.

“Adquieres el vehículo base y tienes otro contrato en el que arriendas la batería, lo cual mejora

enormemente el acceso y la aceptación del cliente, ya que es similar a arrendar un teléfono celular.

Rentas la batería durante cuatro años, al finalizar el contrato la devuelves, te proporcionan una nueva y

la vuelves a instalar en tu vehículo. También puedes vender el automóvil, firmar otro contrato, entre

otras opciones. Es decir, necesitamos este tipo de esquemas novedosos”, afirma.

Fuente: https://www.expansion.mx
Imagen: https://www.laopinion.com
Blog de noticias: https://culturacomercial.com.mx/