Seguramente más de una vez has visto letreros en casas en los que piden no estacionarse en la entrada, sin embargo, no siempre se hace caso a esta petición por lo que hay quienes toman la medida de ponchar llantas.
Pero, ¿cuáles son las consecuencias para quiénes toman estas medidas? Aunque muchos piensan que es un acto de justicia, esto no es así.
En México poncharle las llantas a un auto se considera como daño en propiedad ajena, de acuerdo con el artículo 399 del Código Penal Federal que establece:
“Cuando por cualquier medio se causen daño, destrucción o deterioro de cosa ajena, o de cosa propia en perjuicio de tercero, se aplicarán las sanciones del robo simple”
Por lo tanto, dañar un vehículo ajeno es un delito que se castiga con cárcel, de acuerdo con el artículo 370 del mismo ordenamiento legal.
Para estos efectos, se entenderá que existe causa justificada siempre que la obstrucción del uso de la vía pública, de la libertad de tránsito o de acción de las personas sea inevitable y necesaria y no constituya en sí misma un fin, sino un medio razonable de manifestación de las ideas, de asociación o de reunión pacífica.
A su vez, es responsabilidad de los ciudadanos no obstruir entradas ni rampas de acceso, tal como establece el Reglamento de Tránsito de la CDMX:
Te recomendamos que antes de tomar una decisión de este tipo llames a una patrulla para que se actúe conforme a la ley.
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