Una de las opciones para adquirir un auto que ha tomado fuerza en los últimos años es el leasing o arrendamiento de autos, una que trae distintos beneficios y que al principio era más ocupada por las empresas.
Con este se permite a las personas rentar un vehículo nuevo sin demasiadas exigencias y, si lo desea el consumidor, tener la posibilidad de adquirirlo después del pago de algunas mensualidades.
El esquema de arrendamiento es uno ya muy ocupado en otros servicios como para la renta de un departamento, para una línea telefónica con mayores beneficios, etc., por lo que una mayor cantidad de consumidores han optado por esta opción.
¿Qué es el arrendamiento de autos?
Cuando los programas de leasing fueron introducidos en México estos iban dirigidos más a empresas o aquellas personas morales que necesitaban de opciones de renta de autos por su giro comercial.
Hasta hace algunos años solo existía el renting, conocido también como arrendamiento operativo y donde la propiedad del auto era de la empresa que los rentaba y se determinaba por medio de un contrato.
Mientras que, el leasing era un contrato de arrendamiento en donde los riesgos y beneficios de la propiedad se transferían a quienes obtienen el auto. Por ello, esta renta tenía que ser formalizada por medio de una entidad de crédito como puede ser un banco y daba la opción de compra, aunque esta podía no hacerse válida.
La empresa de esta forma suministra el vehículo y la otra parte paga la cuota mensual, en un precio que incluye el coste de financiación y el impuesto indirecto que pudiera corresponder.
Al estar involucrada la opción de crédito, esto también ayudó a que las empresas pudieran acceder a vehículos de alta gama o que en el servicio de renting no estaban disponibles por involucrar un mayor riesgo para las empresas o concesionarios.
Los beneficios que puede traer el leasing
En la actualidad, cualquier usuario ya puede acceder al servicio de leasing o de arrendamiento, una
muy atractiva para muchos consumidores al tener la posibilidad de conducir un vehículo sin tener
el compromiso de comprarlo.
Otros de los beneficios que se pueden encontrar en esta modalidad es la baja inversión inicial que se
hace por el auto, algo que al adquirir uno nuevo suele ser complicado debido a que, para acceder a un
crédito automotriz, es necesario dejar un fuerte enganche para no sufrir con altos pagos o por los
intereses.
Uno de los dichos más conocidos de los vehículos es que, al salir de la agencia, estos bajan su valor,
por lo que en el sistema de arrendamiento esto no es una preocupación. Cuando el contrato llegue a
su fin se devuelve el auto a la agencia y no existe el problema de tener que revender el modelo o
buscar vías para librarse de él.
Los planes de arrendamiento pueden cambiar de acuerdo a la marca de autos que se trate, pero en
todas, el sistema suele ser el mismo:
Todo comienza al dar un pago inicial, el cual es menor al enganche de un crédito tradicional automotriz
y firmar con la empresa o concesionario el contrato de arrendamiento.
Este puede ser a un plazo de 12 a 48 meses y donde se pueden incluir el recibir servicios directos de
agencia, algunos productos adicionales como seguro, accesorios y adaptaciones de alta gama, etc.,
que se añaden a la mensualidad a pagar.
Una vez que el contrato de arrendamiento o leasing llega a su final, los consumidores pueden tener
diversas opciones como: el poder comprar el vehículo a contado o crédito; regresar el modelo y
arrendar uno nuevo, o extender las rentas para ocupar el mismo automóvil.
Fuente: https://www.elsoldepuebla.com.mx
Imagen: https://www.t21.com.mx
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