La pandemia por SARS-CoV-2 desafortunadamente desencadenó una doble crisis: sanitaria y económica. De acuerdo con el Inegi, tan solo al inicio de la pandemia cerca de 12 millones de mexicanos perdieron su empleo -formal o informal- y con ello su seguridad en muchos sentidos.
Inflación vs. inflación médica: dos caras de la misma moneda
La inflación se refiere al aumento sostenido y generalizado en los precios de los productos básicos (como verduras, tortilla, gasolina) y servicios (luz, transporte, gas), el cual es generado principalmente por una disparidad entre la demandada y la disponibilidad de estos.
El Banco de México estima que la inflación cerrará el año en un nivel cercano al 6%, sin embargo, ese no es el único aumento de precios que deberemos enfrentar, pues también existe otro tipo de inflación:
la inflación médica, misma que se refiere al aumento sostenido y generalizado de los costos que implica la atención médica, y la cual incluye estudios de laboratorio, imagenología, pruebas,
tratamientos, hospitalizaciones, uso de quirófanos, material quirúrgico, así como los honorarios del personal de salud.
¿Por qué aumenta el costo de la atención médica?
Diversos factores generan ese constante incremento; por un lado, los propios avances científicos, farmacológicos y tecnológicos que se tienen en el campo; por otra parte, como indica el profesor Paul
Campbell de la Escuela de Salud Pública de Harvard, están los impulsores del costo, variables directamente proporcionales al aumento de la inflación médica que incluyen las tendencias
demográficas y epidemiológicas actuales (aumento de esperanza de vida y transición de pirámide poblacional); la creciente importancia de la tecnología durante el diagnóstico y tratamiento de las
enfermedades; la consulta excesiva de médicos especialistas; la introducción de nuevos medicamentos biológicos de costo muy elevado; las amenazas de mala praxis; y el alto costo administrativo de hospitales y aseguradoras.
¿Cómo afecta esto a nuestros bolsillos?
Uno de los sectores más afectados por la inflación médica es el de la medicina privada, en específico, los seguros de gastos médicos mayores. De acuerdo con Rubén Illescas, director general del Grupo
Interesse Agente de Seguros, Fianzas y Fondos de Inversión, se estima que al final de este año la inflación médica del país será del 16%, lo cual se reflejará en el aumento en el costo de las pólizas de
seguro de gastos médicos mayores.
Recordemos que la AMIS (Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros) define el seguro de gastos médicos mayores como un contrato que brinda seguridad financiera y cubre los gastos de
atención médica de imprevistos como un accidente o enfermedad. Funciona cubriendo los gastos de hospitalización, atención médica, intervenciones quirúrgicas, medicamentos, análisis clínicos y algunos
otros servicios profesionales. Algunos de ellos dependen de la compañía aseguradora y el plan que elijas.
“Desafortunadamente todas esas inversiones en tecnología, tratamiento, medicamentos y atención especializada tienen un costo que debe ser cubierto y generalmente se transfiere de manera indirecta a las personas que no tienen seguro o a las aseguradoras a través del mecanismo de la inflación médica. Estamos hablando de una inflación cuatro veces mayor a la inflación general del país, lo que resulta una locura. Y si hacemos la proyección de un incremento anual de entre 12 y 16%, en 5 o 6 años resultará inviable contratar una póliza de seguro de gastos mayores”, comentó Rubén Illescas en el marco de la charla “
Retos y medidas frente a la inflación médica
Como indicó Santiago Fernández, vicepresidente ejecutivo de autos, daños y salud de Axa, durante el mismo evento, la industria de las aseguradoras privadas está frente a un enorme reto: brindar beneficios a los asegurados sin que el precio de su póliza se vuelva exorbitante.
“El verdadero objetivo no es recortar beneficios para disminuir precios, sino buscar alternativas y productos que favorezcan la salud de los pacientes para que eso se vuelva el eje central de todo.
Primero la salud y evitar las consecuencias. La creciente inflación médica es un problema nacional en el que diversos sectores deben discutir y proponer soluciones innovadoras, no obstante, de
manera individual aún tenemos la herramienta más importante en nuestro poder: el cuidado de nuestra propia salud y la prevención de enfermedades”, aseveró.
Si bien se trata de una estrategia personal que requiere bastante disciplina, lo cierto es que sigue
siendo la manera más efectiva y económica de mantenernos saludables en medio de una crisis como la que actualmente vivimos y las que estén por venir.
Fuente: www.forbes.com.mx
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